Para sanar corazones rotos

¿A quién no le han roto el corazón? ¡Qué levante la mano, porque yo no conozco a alguien!

Si a ti te pasó, de seguro querrás pegar lo pedacitos lo antes posible y con la menor tasa de sufrimiento.

Reuní a mis amados arcángeles Chamuel, Raguel y Rafael en una mesa redonda mental y entre los cuatro creamos este proceso para reparar corazones rotos.

Consta de tres pasos:

1. Vivir el duelo

Duelo = pérdida de un ser querido, ya sea porque se fue al cielo o porque se separó de ti.

El duelo nos trae reacciones emocionales y de comportamiento bastante dolorosas y que, muchas veces, están tan cargadas de ira o de depresión, que además de afectar nuestra vida, hacemos cuadritos la de los demás.

Éste puede durar de dos semanas a tres meses y se compone de cinco fases que hay que vivir completitas:

Fases del duelo:

1. Negación: Cuando niegas los hechos y no quieres darte cuenta de la situación.
2. Culpa y/o ira: Te culpas por lo que pasó y te da coraje. O culpas a la otra persona y también te pones triste o te enojas.
3. Negociación: Negocias contigo mismo sobre los pros y contras de lo sucedido.
4. Dolor / tristeza: Ahora sí te cae el 20 (como decimos en México), o sea, que te das cuenta de los hechos, miras de frente a la realidad y te duele demasiado.
5. Aceptación: Decides continuar con tu vida, aceptar lo que pasó y pasar página.

2. Fortalecer el autoestima y perdonar

Pasado el duelo hay que amarse a uno mismo. Fortalecer el amor propio, para después poder perdonar.

Aquí te doy tres sugerencias para hacerlo:

1. Afirmaciones positivas: Crea una “campaña” en pro de ti mismo, por medio de la cual afirmes varias veces al día lo mucho que vales, lo bueno e inteligente que eres y lo hermosa persona que vive en ti. También puedes hacerlo frente al espejo.
2. Autocariño: Pase lo que pase consiéntete, ámate, mímate. Haz cosas que te gusten y disfruta hacerlas, es por tu bien.
3. Olvidar y dar vuelta a la página, el perdón es un regalo para ti: No hay más que decir, perdona a esa persona y regálate esa satisfacción a ti mismo.

3. Orar y meditar

Orar a Dios y meditar con tus ángeles es parte esencial en este proceso, hazlo cuantas veces quieras en cualquier fase del proceso, y entre más, mejor.

Puedes orar de la manera en que prefieras, pero yo te comparto esta meditación canalizada de nuestros arcángeles.

Meditación con Chamuel, Rafael y Raguel

Instálate en un lugar cómodo (puedes poner música e incienso), cierra tus ojos, inhala y exhala tres veces o hasta que tu mente se serene.

Piensa en ti, en lo mucho que te quieres y en lo amado que eres por quienes te rodean. No escatimes en amor propio, dale rienda suelta. Siente cómo se expande tu corazón.

Pídele a Arcángel Rafael que llene tu corazón de su luz verde esmeralda, siente como entra en él y lo llena de calor, amor y comprensión. Siéntete amado.

Piensa en esa persona que te lastimó, no pienses en ella para bien o para mal, sólo deja que pase por tu mente, se despida y se vaya…

Repite mental o verbalmente esta meditación:

“Amados Arcángeles, les doy las gracias por estar conmigo y les pido ayuda para que mi corazón sane.

Querido Chamuel, entra en mi corazón y repáralo con tu amor.

Querido Rafael, envíame tu luz sanadora para desaparecer mi dolor.

Querido Raguel, transforma la relación con esa persona que me lastimó, en energía positiva, de armonía, luz y amor.

Les agradezco por venir cuando los necesito.

Gracias por sanar mi corazón.

Hecho está”.

Disfruta de esa paz que vive en tu interior y de tu corazón lleno de amor y armonía. Inhala y exhala y regresa al aquí y al ahora.

Platícame si te sirvió este post, quiero conocerte <3