Cuando no alcanzas un objetivo o te sientes impotente ante alguna situación te llega un sentimiento conocido como frustración.
La frustración es terrible, porque te hace sentir muy mal contigo mismo, principalmente, puede traer a tu vida enojo y coraje provenientes del ego, no del amor.
Te comparto esta meditación, paso a paso, canalizada del arcángel Jophiel.
1. Ubícate en un lugar muy cómodo. Yo recomiendo que tengas en tu casa un rinconcito para reflexionar y lo arregles a tu gusto, puedes ponerle, velas, inciensos y amuletos de ángeles.
2. Enciende una vela blanca o rosa, (que es el color de Jophiel), siéntate cerca de ésta. Mírala, ve cómo su llama se mueve y, a través de tus ojos, penetra hasta tu corazón. Cierra los ojos, inhala y exhala hasta que sientas calma e invita a Jophiel a que te acompañe.
3. Dile: “Jophiel, tú que traes hermosos pensamientos, ayúdame a sanar mi frustración el día de hoy”. Invítalo a entrar en tu corazón. Mira como su luz rosada abraza tu interior y siente como su calor invade tu sangre, tus arterias, tus venas, tus huesos.
4. De pronto te das cuenta que estás en una playa, tumbado sobre la arena blanca y brillante como el cristal. Nada te molesta. El sol roza suavemente tu piel, pero no te da calor el calor sofocante, al contrario, la brisa ligera y fresca acaricia todo tu cuerpo. Estás en paz, en tranquilidad, en armonía, en calma.
5. Como una gota de agua que cae del cielo llega a tu mente la situación que te frustra. Vívela, siéntela, no la rechaces. ¿Qué sientes? ¿Coraje? ¿Odio? ¿Tristeza? ¿Impotencia? Date permiso de sentirlo por unos segundos. Siente todo el peso de la frustración sobre ti.
6. En eso te das cuenta que Jophiel está a tu lado. Te pide que hagas una bola de estambre con esos sentimientos y esa situación, todo lo enredas en una maraña y lo sacas de tu cabeza. Le entregas el estambre a Jophiel. Te libera de él. Siente cómo se fue esa frustración, ya no la tienes dentro de ti. Se la entregaste al ángel.
7. Ves como Jophiel toma la bola de estambre, juega con ella y la convierte en luz rosada, después toma esa luz y la tira al mar. Las olas se la llevan muy lejos y el agua se ilumina de rosado. Siente cómo esa luz se aleja de ti hacia el horizonte.
8. Le das las gracias a Jophiel, le pides que te llene de luz. Pone sus manos en tu cabeza y le transfiere su luz rosa y con ella llegan pensamientos muy hermosos y divertidos. Le agradeces de nuevo su presencia y te despides de él.
9. Poco a poco regresas a tu cuerpo. Sientes tus pies, tus piernas, tu torso, brazos, cuello, cabeza y al estar consciente de ti abres los ojos y regresas a tu rincón de la meditación.
¿Cómo te sientes ahora? ¿Liberado? ¿En paz? ¡Inténtalo y déjame un mensaje!